jueves, 2 de mayo de 2013

Música y estimulación temprana



Fuente: Google
La plasticidad del cerebro es una de las características más llamativas en el ámbito de la educación. La capacidad para evolucionar a lo largo de nuestra vida de acuerdo con los estímulos que podemos procesar a partir de la información que nuestros sensores  llevan hasta él. Tener un cerebro moldeable es lo que permite a la raza humana progresar y sobrevivir en los lugares más difíciles.  Esta característica del ser humano hay que aprovecharla desde sus primeros latidos de vida, en el vientre materno, utilizando el canto, en primera instancia, así como juegos, ejercicios y muchos estímulos repetitivos para desarrollar diferentes funciones en el cerebro.
La música aumenta el número de conexiones neuronales en el cerebro durante el desarrollo del bebé, estimula, por lo tanto, las actividades verbales. También ayuda a los buenos hábitos de estudio, en la comprensión de las matemáticas y, lo que es más importante, forma niños seguros, felices y con inteligencia emocional.
El método Suzuki y el Efecto Mozart son dos de las formas de incrementar estas habilidades, no solo para los más pequeños sino para personas de toda edad.
Estimular al niño desde la educación de casa con música permite que se incremente su sensibilidad y espiritualidad.

La estimulación temprana surgió por la necesidad de atender a niños con distintas discapacidades, quienes necesitaban de atención y estimulo importantes desde los primeros años de su vida.
Luego este tipo de estimulación se utilizo en niños sanos, con lo cual se corroboro el enorme beneficio que causaba. La estimulación temprana es la repetición de patrones para que el cerebro los entienda y los incorpore. Aprendemos a hablar por la repetición diaria de los sonidos del lenguaje. El gatear requiere la habilidad de cruzar un brazo y una pierna contraria al mismo tiempo y esto es gracias a que nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios, izquierdo y derecho, cada uno de los cuales controla la parte opuesta del cuerpo. La estimulación temprana ha llegado, incluso, a experimentarse en el nivel intrauterino a partir del cuarto mes de gestación, cuando el feto percibe sonoridades internas como la respiración y el latido del corazón. Otros sonidos que el feto puede escuchar son la voz de sus familiares, la música y el sonido en general.
Ana Lucía Frega, doctora en Humanidades y Artes (en: Álvarez Nieto, 2004:2) dice que escuchar música o interpretarla, por lo tanto, ayuda a:
  •          Mejorar el sistema auditivo.
  •          Facilita la expresión de sentimientos e ideas
  •          Ayuda al desarrollo de la memoria
  •          Mejora las capacidades motrices, las capacidades artístico creativas
  •          Favorece la integración sociocultural y;
  •          Amplia y mejora las posibilidades lingüísticas.

Según lo señala Isabel Francisca Álvarez Nieto (2004:3), maestra de educación infantil de España, los beneficios que conllevan las actividades musicales en el niño son las siguientes:
-        Seguridad: si el niño escucha repetidas veces cierta música en el vientre materno, al nacer, sentirá seguridad y tranquilidad cuando escuche las mismas melodías.
-         Desarrollo Integral: el niño incorporara sentido de identidad y belleza estética, cuando los padres le canten y le arrullen con cierto ritmo. Además, esto ayudara a moderar su ritmo cardíaco  supresión sanguínea y la termperatura de su cuerpo.
-         Salud: la música clásica y, en especial la de Mozart, escuchada por niños en incubadoras, demostró que estos ganaban mas peso, reducían estrés y salían del hospital en un promedio de cinco días menos que quienes que no la escuchaban.
-         Integración con el mundo: el escuchar y cantar canciones enseñadas por los padres, propias de su cultura o de sus experiencias, ayudan al niño a entender su entorno.
-         Mejora la conciencia auditiva y emocional: cuando uno canta con los niños, es importante sostenerle los brazos y llevar el ritmo, para que así ellos regulen los ritmos naturales de su cuerpo.
-         Aptitud musical: es importante que los pequeños escuchen obras completas para que entiendan la estructura de la música (por ejemplo, sonatas de Mozart con sus tres movimientos).
-         Vinculo entre padres e hijos: escuchar músi­ca mientras se inventan coreografías, es algo que los niños adoran y los acercará más a sus padres, además nos ayuda a sacar ese niño que todos llevamos dentro.
-         Ayuda a las defensas del organismo: el contac­to de padres e hijos en actividades musicales aumenta la actividad inmunitaria al sentirse el niño más seguro y tranquilo.
          Desarrollo del sentido rítmico: permitirles utili­zar maracas, tambores, panderetas, claves, etc. ayuda al desarrollo rítmico.

-         Relaciones interpersonales: hacer grupos de niños e interactuar con otros por medio de una actividad musical, ayuda al niño a comunicar­se y a relacionarse mejor con las personas.



Método Suzuki
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 Método musical para enseñar a tocar un instrumento a los niños desde temprana edad teniendo en cuenta el factor de la lengua materna. Si los niños aprenden su propia lengua materna entonces no es difícil que aprendan a familiarizarse con el lenguaje musical.

 El método Suzuki es un método de enseñanza musical diseñado por el Dr. Shinichi Suzuki. El doctor Suzuki observó que los bebés, desde que nacen, están rodeados por los sonidos de su lengua materna; a medida que crecen, la hablan con enorme fluidez. 
A este método lo denomino Método de la Lengua Materna y, fundado en el profundo respeto del niño como individuo y en el concepto de que la habilidad se aprende y no se hereda, lo llevó a la música. Es así que los niños comienzan a hacer música desde muy pequeños. Ya con 2 o 3 años se le ofrecen los estímulos: escucha música, investiga un instrumento, imita un sonido o un ritmo, se lo motiva a seguir.
Es de suponer, entonces que los padres tienen un rol muy importante en el entrenamiento: asisten a las lecciones, participan activamente, aprenden a prolongar en la casa la acción emprendida en la lección con la misma paciencia que tuvieron cuando les enseñaron a sus hijos a hablar su lengua. El entrenamiento no busca producir artistas, sino ayudar al niño a encontrar el goce que deriva de la música.  

Efecto Mozart
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Efecto Mozart surgió a raíz de investigaciones de la mano de la psicóloga Frances Rauscher y el neurobiólogo Gordon Shaw, de la Universidad de California. Francés H. Rauser y  sus colegas realizaron un estudio en el cual 36 estudiantes de psicología obtuvieron una puntuación superior en 8 a 9 puntos en el text de cociente de inteligencia espacial después de escuchar diez minutos de la Sonata para dos pianos en re mayor. Si bien los efectos duraron entre diez y quince minutos, el equipo de Rauscher llego a la conclusión de que la relación entre la música y el razonamiento espacial es tan fuerte que simplemente escuchar música puede influir muchísimo (en: Campbel, 1998).

Conclusión
Estoy convencida después de haber realizado esta pequeña síntesis sobre la estimulación temprana musical,  que es impor­tante el contacto con la música; sobre todo la música clásica, desde los primeros latidos de vida. También creo que sería muy reconfortable para la educación del niño ya que permitirá una mayor sensibilización con el mundo que le rodea, aprender a tocar un instrumento, y lo que es más importante, que canten, porque cantar nos llena más el espíritu, al ser nosotros el propio instrumento. Otra de las razones por las que estoy totalmente convencida de los beneficios que aporta en la educación de los niños una educación musical temprana es la vivencia que estoy experimentando con mi hermano pequeño de tan sólo dos años de edad. A él su padre, le cantaba nanas cuando estaba en la barriga y al nacer recuerdo un día que el padre volvió a cantar esas melodías de nuevo y mi hermano muy atento busco la voz de su padre y sonrió, además de que a día de hoy escucha música y baila y suele acompañar al compás de la música con sus palmas.

Bibliografía

Álvarez Nieto, Isabel Francisca (2004) La estimulación musical a edades tempra­nas. Recuperado el 29 de Abril de 2013, de: http://www.filomusica.com/filo50/fca. html.

Campbell, D. (1998). El Efecto Mozart. Barcelona: Ediciones Urbano, S. A.

Suzuki, Shinichi (1969). Hacia la música por amor. Nueva filoso­fía pedagógica. Puerto Rico: Ed. Ramallo Bros. Printing.


2 comentarios:

  1. buenas noches, excelente el articulo.
    tan amable un libro, autores que hablen sobre la importancia del canto y canciones de cuna o nanas para niños de primera infancia, cuales son las fortalezas a raiz de estas canciones.
    gracias!

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