La Musicoterapia es el arte de comunicarse por medio de los sonidos, creando un espacio de relación interpersonal idóneo para el proceso de curación. Se realiza a partir de la participación total de la persona afectada, la cual actúa "musicalmente" por medio de su cuerpo, de los instrumentos musicales y de la voz.
Algunas de las aplicaciones generales de la Musicoterapia son:
- Discapacidades sensoriales (ceguera y sordera), físicas y mentales. Parálisis cerebral.
- Neurosis, psicosis y autismo. Psicopatologías en centros psiquiátricos.
- Alteraciones neurológicas.
- Inadaptación y marginación. Problemas de conducta de niños y adolescentes. Trastornos de la alimentación.
- Drogadicción. Alcoholismo.
- Geriatría
- Profilaxis del dolor (intervenciones quirúrgicas, odontología, partos).
- Rehabilitación muscular y tratamientos psicomotores de diferentes minusvalías.
- Soporte psicológico en enfermedades graves y terminales.
- Relajación. Crecimiento personal.
- Como terapia de soporte en problemáticas familiares y de pareja.
- Como terapia grupal y para superar la timidez y la inhibición y avanzar la expresión y comunicación.
Como objetivos específicos de la Musicoterapia:
- Restaurar, mantener y mejorar la salud física y mental.
- Ayudar a la rehabilitación, educación y entrenamiento, con la mejora de destrezas necesarias para la vida.
- Lograr un mayor desarrollo, crecimiento y bienestar.
- Mejorar el funcionamiento y integración dentro del entorno social.
- Mejorar el concepto y la comprensión de uno mismo.
- Estimular el descubrimiento de las propias potencialidades y recursos.
- Obtener cambios positivos en la conducta; transformar o influencias la personalidad.
Benenzon, desarrolla los principios importantes de la Musicoterapia; principio del ISo, principio del objeto intermedio y principio del objeto integrador.
Principio de ISO: "Conjunto infinito de energías sonoras, acústicas y de movimiento que pertenecen a un individuo y lo caracterizan" (Benenzon). Está formado por las experiencias sonoras hereditarias, intrauterinas y las que la persona ha vivido desde el nacimiento. Cualquier intervención musical, por lo tanto, ha de tener en cuento el ISO del paciente.
Principio del objeto intermedio: Este principio sirve para establecer la comunicación, substituyendo el vínculo mientras mantiene la distancia.
Principio del objeto integrador: Mediante este principio se podrá liderar a los otros instrumentos y servir de vínculo entre los pacientes y el musicoterapeuta.
Fuente: Benenzon, R. (2000). Musicoterapia: de la teoría a la práctica. Paidos Ibérica.
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